Se trata de Ilse Koch, una coronel del campo de concentración de Buchenwald – Alemania. Su historia de vida está marcada por la sangre que hacía correr entre sus manos, y por la crueldad con la que perpetraba sus asesinatos.La mujer que fabricaba sus carteras con la piel de hombres tatuados
Pese a la Alemania machista de su época, Koch
se hizo temer hasta de sus mismos compañeros fascistas, quienes la
apodaron: ‘La perra de Buchenwald’ o’ La bruja de Buchenwald’.

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